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El ángel negro

El Ángel Negro

John Connolly es un escritor irlandés creador de la serie de novela negra de Charlie Parker, cuyas novelas están ambientadas en Estados Unidos, fundamentalmente en Maine, de donde es el protagonista y donde se desarrollan casi todas sus historias.
Connolly consiguió con la creación del detective Charlie Parker el sueño de muchos escritores de novela negra: un protagonista capaz de llevar sobre sus hombros el peso de una saga. Charlie Parker podría ser un detective de novela negra al uso: ex policia con un pasado doloroso, antiguo alcohólico, torturado por los recuerdos y el remordimiento, inteligente, una gran facilidad para hacerse enemigos en cualquier parte y capacidad para salir de cualquier embrollo.
Lo que diferencia a Parker de otros detectives más clásicos son sus casos (asesinos en serie, sectas extrañas) y su don, la capacidad de ver más allá que los demás, de intuir los límites de este mundo y del otro.
Otro punto a favor de Charlie Parker son sus amistades. Cuando un problema es demasiado grande para él, y normalmente los problemas en que se mete lo son, sabe que puede contar con la colaboración de Louis, un asesino a sueldo frío, cínico y siempre preparado, y Ángel, un antiguo ladrón experto en allanamientos. Con esta extraña pareja -en todos los sentidos- a sus espaldas y algunos contactos de su época de policía, las pocas amistades que mantiene de entonces, va adentrándose en resolver crímenes, bien sea por que le han contratado, bien sea por que sabe que hay algo más detrás de las apariencias.
Pero sin duda son los criminales el elemento más interesante de las novelas: Clérigos locos, sectas perversas, ángeles caídos, coleccionistas extraños,…, seres de pesadilla que utilizan la maldad de otros en su beneficio y la inocencia de sus víctimas para su deleite, y que se nos presentan desde sus páginas, muchas veces reconociendo a Parker como algo más de lo que parece, siempre escurriéndose entre sus dedos y con un trasfondo paranormal más o menos desvelado.
Las novelas son rápidas de leer, con un estilo ágil pero cuidado, bien construidas en torno a los personajes y la historia, pero sin salirse del esquema básico de la novela negra.