Elena Diakonova nace en Rusia en 1894. A los dieciocho años, enferma de tuberculosis, es enviada por su familia a un lujoso sanatorio en Suiza. Allí, dándose ya a conocer como Gala, encuentra a Paul Eluard, también tuberculoso, que tiene diecisiete años y todavía se llama Eugène Grindel. Es un amour fou. En 1917 se casan y, del brazo de su marido y sus amigos, Breton, Aragon y Soupault, irrumpe de lleno en el efervescente movimiento surrealista parisiense. En medio de una vida inconformista y agitada, en la que no faltan amores con otros hombres, entre ellos Marx Ernst, deciden viajar, en el verano de 1929, a España para visitar a Salvador Dalí. Al final de una estancia cuando menos borrascosa, Gala ha decidido: «Ya no nos separaremos nunca más», le dice a Dalí, diez años menor que ella. Y así fue, aunque, a partir de entonces, la vida de los dos cambiara radicalmente y la pareja pasaría a serlo todo, mucho más de lo que podamos imaginar, menos convencional y aburrida...
Esta ejemplar biografía de Dominique Bona es de una honestidad rayana en la dureza, porque no escatima detalles sobre los aspectos más oscuros y hoscos de la excéntrica vida de Gala, la mujer que vivió en la sombra. Consigue, por otra parte, reconstruir la historia de los extraordinarios artistas que la rodearon y de las corrientes intelectuales que tenazmente compartió, ignoró o combatió.